Entra En Tú Propósito
¿Has disfrutado la discusión de este mes sobre propósito? Nosotras nos obligamos a mirar profundamente y decidir si conocíamos nuestro propósito o no. Nos animaron a no sólo abrazar el propósito que se nos ha revelado, sino también a valorar nuestro valor. Nos instruyeron a adaptar la mentalidad de que el propósito requiere la búsqueda constante. Y nos dieron consejos prácticos para encontrar nuestro propósito.
Si seguiste nuestras discusiones este mes, quizá pudiste haber tenido un gran avance en tu búsqueda para encontrar y seguir el propósito de tu vida. Este avance habrá podido ser difícil – tal vez requerió cambiar de trabajo, cambiar de industria, o tal vez incluso cambiar de estado. Quizá tu avance fue muy dulce y alegre y Dios afirmó claramente que el llamamiento que has estado orando es, de hecho, tuyo. Independientemente del viaje, ¿no es sorprendente el resultado final? ¿Qué tan libre es saber que no sólo has encontrado tu propósito, sino que tienes a Dios detrás de ti, dándote la fuerza y el enfoque para mantener el rumbo?
Las discusiones de este mes pudieran haber tenido un final diferente para el resto de ustedes. Tal vez sigues buscando. Te sientes como si tu propósito estuviera cerca, sólo está esperando allí para que lo tomes, pero no tienes idea de qué fruta tiene tu nombre. Estimada lectora, no pierdas la esperanza. Tu propósito está ahí afuera. Dios ve que has tomado la decisión de buscar Su voluntad. Él no dejará que tus esfuerzos se desperdicien.
No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. – Romanos 12:2
Si tu propósito aún no está claro, no te rindas a las presiones infructuosas de este mundo y trata de encontrar algo que puedas reclamar como tu propósito. Es posible que Dios no te esté revelando tu propósito aún porque quizá no estás preparada para ello. Pídele que trabaje en ti. Deja ir cada obstáculo obstinado en éxitos y elogios. Limpia tu mente de cada definición mundana de “valor” y “fama”. Dios no quiere que seas la persona más brillante, más prolífica, o la más venerada que jamás haya creado. Él quiere que tú lo necesites. Y Él quiere que estés constantemente a Sus pies, buscando los próximos pasos que Él tiene para ti todos los días para que puedas ser completamente quien Él te hizo ser.
Reflexiones sobre el Propósito:
- ¿Quién está “tomando las riendas” en tu vida cada día?
- ¿Te encuentras luchando cuesta arriba y llegas con casi nada que mostrar a la cima? ¿O sientes un sentido sobrenatural de cumplimiento con cada día que pasa?
- Define el “propósito” en tus propias palabras. ¿Cuánto de esa definición implica algo que haces, y no lo que Dios hace?
- ¿Has identificado a personas en tu vida que Dios ha coordinado directamente como mentores? ¿Has buscado su consejo con respecto a tu propósito?
- ¿La idea de tener un propósito “detrás de cámaras” te hace sentir avergonzada o emocionada?
Señor, gracias por conocer todos los detalles de nuestras vidas antes de nuestro primer respiro. A medida que tratamos de usar nuestro tiempo en esta tierra sabiamente, te pedimos que continúes humillándonos cada día y nos recuerdes que todos somos parte de la comunidad global, no haciendo las cosas solos. Tranquilízanos de que ningún rol en esta vida es demasiado pequeño, y si nos das un propósito que es grande, recuérdanos que no somos nada sin Ti y Tu fuerza. Cuando nuestro propósito parece lejano o no está en línea con lo que creemos que tienes para nosotros, bendícenos con paz. Calma nuestros corazones y mentes e infunde en nosotros la devoción de un niño por Ti. ¡Danos la fuerza para echar a un lado las versiones mundanas del propósito y recompensa nuestra diligencia con un propósito bueno, agradable y perfecto que sólo podría venir de Ti!
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