Deja de tratar de dictar tu vida
Aquí en los Estados Unidos, estamos acostumbrados a escuchar que “tenemos mucho por lo que estar agradecidos”. Y es cierto. Como estadounidenses, tenemos el privilegio de disfrutar de una vida que muchos en otros países solo pueden soñar y anhelar. Sería difícil encontrar a alguien que no estuviera de acuerdo contigo en que tenemos mucho por lo que estar agradecidos.
Entonces, ¿por qué tantos de nosotros luchamos con la gratitud?
A medida que la depresión, la ansiedad, el agotamiento y otros mata-gratitud continúan su ascenso meteórico en nuestra sociedad, el problema comienza a hacerse más evidente. A todos nos encantaría despertarnos cada mañana y elevar nuestras manos al Señor, enumerando todo por lo que estamos tan increíblemente agradecidos. Nuestra incapacidad para hacer de esto un hábito diario no es un indicador de que no estamos agradecidos a Dios por lo que Él ha hecho por nosotros. Más bien, La inhabilidad de encontrar algo por que dar gracia cada día es una señal que hemos complicado la gratitud.
“Asegúrense de que nadie pague mal por mal; más bien, esfuércense siempre por hacer el bien, no solo entre ustedes, sino a todos. Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.” – 1 Tesalonicenses 5:15-18
Si esperas que la gratitud mueva los brazos y que apunte salvajemente a algo por lo que deberías estar agradecido, te será difícil encontrarlo. Nuestra naturaleza pecaminosa y nuestro egocentrismo tienden a sesgar nuestra visión de la gratitud y por lo que deberíamos estar agradecidos. ¿Quién muestra gratitud por despertarse? ¿Quién dice que está agradecido por el agua que sale de su llave? ¿Quién mira al cielo con una sonrisa y agradece a Dios por una tormenta en medio del soleado verano?
Aquellos que han aprendido a detectar la belleza y los dones que viven todos los días que tenemos en esta tierra. Son aquellos.
Únete a nosotros este mes mientras discutimos la gratitud, pero quizás con un enfoque diferente al que está acostumbrado. Escucharemos a mujeres que lucharon – con infertilidad, pérdida de trabajo y pruebas físicas – y que llegaron al otro lado con solo palabras de gratitud por lo que pasaron. Trabajaremos para ver la gratitud no como algo que debe darse, sino como algo que tenemos la oportunidad de dar. La gratitud es más que un simple ejercicio de acción de gracias; es una manera de evitar que nos hundamos en los tiempos oscuros por tiempo indefinido y, en cambio, centramos nuestras mentes y nuestros corazones en los regalos de la luz que nos esperan cada día.
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