Las paredes de hostilidad de hoy
“Porque Cristo es nuestra paz: de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrifico el muro de enemistad que nos separaba”
EFESIOS 2:14
El clima social actual de nuestra sociedad es tumultuoso, a decir lo mejor. Pueda que se sienta que hay un nuevo escándalo, problema, o una guerra cultural nos esta esperando al despertarnos. Uno trata lo mejor que pueda a no escoger un lado, pero es difícil ignorar los gritos de los dos lados del problema cuando están al mirar en cada plataforma de redes sociales.
Es saludable tener algunos conflictos, y está bien cuestionar las cosas. Pero ¿dónde se establece la raya entre la diferencia de opiniones y un conflicto amargo? ¿Por qué estamos tan listos para prepararnos para la guerra en vez de tomarnos el tiempo para escuchar desde una neutralidad que entiende?
Como cristianos, sentimos un jale fuerte hacia mantener el estándar moral puesto por nuestro Creador, pero Dios nunca quiso que nosotros criticamos al costo de nuestra relación con nuestra comunidad. Todos somos diferentes, que significa que siempre habrá algo donde no estamos de acuerdo.
“No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.”
ROMANOS 12:17-18
Entre las mujeres, conflicto y “temas difíciles” parecen ser prevalentes. Mujeres en el lugar de trabajo lidian con la edad, racismo, sexismo, y un montón de otros problemas casi todos los días que entran a la oficina. Pero los problemas no paran allí. En sus vidas personales, hasta en sus vidas espirituales, mujeres cristianas son perseguidas por sombras amenazantes de estos problemas dolorosas y degradantes.
Únete a nosotras este mes y escucha de mujeres como tu que han pasado por diferentes dificultades, situaciones tensas y amenazantes y salieron al otro lado con su historia de como podemos trabajar juntas para convertir este mundo en un mejor lugar para todos. El propósito original de Dios era que todos viviéramos en un mundo perfecto. Aunque ese plan no permaneció como nuestra realidad, Él todavía desea que Sus hijos encuentren una coexistencia placentera. Ese cambio cultural puede estar esperando que tu te levantes.