Lo Que Una Mentalidad de Escasez Revela de Ti

¿Alguna vez te has preguntado si tienes suficiente? ¿Suficiente comida, suficientes amigos, suficientes ahorros? Estos pensamientos podrán parecer como planear para el futuro, más sin embargo son indicadores de algo más profundo que está sucediendo en tu vida. Kim King, autora, consejera, y miembra de la mesa directiva, comparte sus pensamientos acerca de el origen de la mentalidad de escasez, lo que revela, y cómo salir de ella.


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Trabaje como una abogada y una manager por 33 ańos. Deje ExxonMobil para terminar de escribir un libro el cual sentí que Dios me estaba guiando para escribir, When Women Give. Actualmente sirvo en la mesa directiva de Thrivent Trust Company, una empresa de servicios financieros, y también sirvo como una consejera da organizaciones sin fines de lucro. Continuó a escribir como una blogger invitada acerca de temas relacionados con las mujeres y el dinero, y ocasionalmente habló acerca de este tema.

¿Como defines la “mentalidad de escasez”? 

La mentalidad de escasez es la creencia de que lo que necesitamos ahora o lo que necesitaremos en el futuro no estará disponible. Esto se dirige a una mentalidad de que tenemos que proteger o acumular para así poder prepararnos para el futuro y cuidar de nosotros mismos y de nuestras familias. La biblia es clara, sin embargo, de que 1) no hemos de preocuparnos sino confiar en Dios para proveer lo que necesitamos, y 2) que el preocuparse por el mañana no tiene sentido, pero no podemos controlar nuestras vidas o lo que pasará en el futuro.

¿De donde piensas que vino la mentalidad de escasez?

Creo que un contributor mayor de esta mentalidad es el crecimiento de temor en nuestra cultura. Dos eventos an contribuido a eso. El primero fue 9/11 y eventos subsecuentes que han movido nuestro sentido de seguridad. Para algunos, la recesión de el 2007 fue aquel evento. El segundo factor contribuyente a esto es la tasa rápida de el cambio. A los seres humanos generalmente no les gusta el cambio. El cambio nos haze ansiosos e inseguros. Creo que estos y nuestras experiencias personales de perdida contribuyen a un nivel de ansiedad a la cual muchos de nosotros estamos inconscientes. Esa ansiedad nos guía a seguridad de galardón y seguridad de seguir a Cristo en obediencia.

Decimos que confiemos en Dios para que el cuide de nosotros, pero nuestras acciones revelan lo que realmente creemos. Nuestras creencias existen en dos niveles. El primero es el nivel consiente. En este nivel decimos que creemos que podemos confiar en Dios para proveer. En el nivel segundo, el nivel inconsciente, tal vez no confiemos en Dios totalmente. Nuestras reacción entonces es tener un Plan B por si acaso Dios no cumple. Esto nos guía a ahorrar más de lo que se necesita para nuestro futuro y lo etiquetamos como “sabiduría”. La sabiduría verdadera se encuentra en dos parabolas que Jesús enseñó cómo lo está escrito en Mateo 13:44-45. En estas parábolas Jesús enseña a sus discípulos el valor de el Reino de Dios. Un hombre descubre un gran tesoro en una campo y vendió todo lo que tenía para comprar este campo. Un comerciante de perlas descubrió una perla de gran valor y vendió todo lo que tenía para comprar esta perla. El Reino de Dios es ese tesoro y esa perla. El Reino de Dios es digno de renunciar a todo. Jesús hizo claro que el vino a darnos vida y vida en abundancia. Esta vida de abundancia es mucho más que la suma de nuestras posesiones y hasta de nuestros deseos.

Otra creencia que tenemos es que Dios puede y va a satisfacer nuestras necesidades pero el será tacaño al hacerlo, cumpliendo solo con lo esencial. La verdad es que toda cosa buena que tenemos es un regalo de nuestro Padre celestial. El ama prodigarnos en su amor y ama que nosotros nos demos buenos regalos. Podemos estar tan ocupados o tener nuestros ojos en las cosas que no tenemos que nos olvidamos de estos regalos. Por esa razón, una práctica regular de apuntar las cosas por las cuales estamos agradecidos abrirá nuestros ojos a ver lo tanto que Dios nos a bendecido. En este momento, estoy agradecida por tener una impresora en mi escritorio, la diversión de poder mirar el juego de los Astros, el sabor de unas enchiladas de queso, y esta camisa vieja que estoy usando. Hemos escuchado que cada día es un regalo. Esto es verdad, y cada día esta lleno de los regalos de Dios para nosotros.

Enveses la mentalidad de escasez está relacionada a la creencia que no somos suficientes. Creo que la mayoría de las personas cargan esta creencia a cierto grado. Como resultado, deseamos el encajar, pertenecer, aparecer exitosos para satisfacer nuestra necesidad de ser suficientes. Nuestro Padre celestial lo hace claro que somos suficientes en sus ojos. No necesitamos trabajar por su amor y su aceptación. Somos sus amados. EL nos hizo y nos continúa guiando en un camino de crecimiento y gozo en su presencia. Nunca nos sentiremos que somos suficientes si vemos a otros para proveer esa necesidad. Solo el que nos creo nos llama su hija amada, y dio a su Hijo que puede satisfacer esta necesidad.

Lo opuesto a la mentalidad de escasez es una mentalidad de agradecimiento y reconocimiento de la vida de abundancia que tenemos en Cristo. ¿Podrá en alguna ocasión la “abundancia” ser algo negativo, tal vez?

Cuando Dios promete la vida abundante, está hablando de una vida con El y en El donde encontramos propósito y plenitud. Abundancia en este caso no necesariamente significa abundancia de posesiones materiales o de dinero o de las cosas que el mundo ofrece como señales de vivir exitosamente. Somos diseñados por nuestro creador para encontrar gozo, paz, y satisfacción en la vida con Cristo.

¿Para alguien que esta batallando con una mentalidad de escasez, que consejos tendrías para ayudarles a moverse a un estado de mente más generoso?

La práctica de el agradecimiento que mencione arriba nos ayuda e ver la provisiones de Dios más claramente. Pero el crecer en la generosidad es crecer en la fe y no en el temor. La mentalidad de escasez en realidad es temor; temor de que Dios no estará ahí por nosotros. Como en otras áreas de fe en nuestras vidas, solamente necesitamos tomar el siguiente paso. Da un regalo más grande de uno anterior y continua a crecer.

Hacer un Plan de Dar es animado. Como mucahs cosas que son importantes que queremos asegurarnos que se hagan, necesitamos un plan escrito para que nosotros seamos intencionales y responsables. Creo uno en el principio de el año para dar en ese año. Este plan puede ser un tiempo bueno para poner una meta estrecha. 

¿Algo más que quisieras compartir?

Tengo que recordarme a mi misma que el seguir a Dios es un trayecto continuo de crecimiento en confiar en El. Si espero por el momento de certeza al 100%, nunca daré y no aprovecharé el plan que Dios tiene para mi.