Es Tiempo de que te Defiendas en el Trabajo

Comunidad de 4word, estamos agradecidos de poder venir a ti cada semana con contenido que es servicial al que navegas los logros y los desafíos en tu vida. ¡Al que continuamos a quedarnos informados de el impacto de COVID-19, queremos que sepas que estamos orando por ti al que navegas cada día! Estamos agradecidos durante este tiempo de poder ser un ejército de intercesores orando por el bienestar espiritual y físico de nuestros amigos, nuestras familias, y por nuestro mundo. Si tienes solicitudes específicas de oración, por favor mándalos a Irrayna al que ella consolida las solicitudes de oración para nuestra mesa directiva y nuestro personal para que oren sobre ellas cada semana. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” Josué 1:9


Emma Sharma, miembra de mesa directiva de 4word, nos escribe acerca de cómo podemos usar este tiempo de distanciamiento social para crecer más cerca de nuestro Padre y de los demás.


Al que se ha desparramado el COVID-19 también lo han hecho las llamadas—respaldados por las restricciones mandatarias en muchas locaciones—para que las personas se distancien físicamente de los demás. Una gran mayoría de nosotros nos encontramos trabajando desde el hogar, saliendo solamente para recoger útiles esenciales, enseñando a los hijos en el hogar, solamente pudiendo hablar con, o ver, a nuestros seres queridos a través de cristales de vidrio, a través de una aplicación de videoconferencias, o peor, a través de una ventana de ICU. Los medios sociales están inundados con historias de heroísmo y pérdidas trágicas, palabras de ánimo, memes para alentar a nuestros espíritus, y pensamientos inspiradores que nos hacen pensar. Aún en estos tiempos verdaderamente extraordinarios, he sido golpeada por el absoluto volumen de estas publicaciones y videos. Pero a lo mejor, en reflexión, mi sorpresa está fuera de lugar. Después de todo, fuimos CREADOS PARA la interacción.

Cuando Dios creó a Eva, fue una respuesta para las necesidades de Adán y la verdad fundamental de nuestro creador que ‘no es bueno que el hombre esté solo’ (Génesis 2:18). Dios declaró que todo lo que había hecho previamente era bueno y aquí había algo que (aún) no era bueno; no porque estaba fallando o porque era deficiente, pero porque, sin la mujer, el hombre estaba solo—sin terminar e incompleto.

Piénsalo: el primer ser humano que estuvo en la tierra necesitaba conectarse físicamente con otro ser viviente para ser todo lo que fue creado para ser. Más importante, Adán y Eva se conectaron físicamente con su creador Dios al que El camino con ellos en el Jardín del Edén. Su desobediencia a Dios nos separó de Él, y los humanos han estado anhelando esa conexión perdida desde entonces.

Hasta las almas más introvertidas, silenciosas, y sensibles anhelan (a un nivel) la presencia física e interacción con otros. Al que somos forzados a aislarnos y estar en cuarentena por el virus COVID-19 para proteger a los demás, estamos sacrificando una básica necesidad humana. Esta es una de las razones por la cual la sociedad encuentra el “distanciamiento físico” difícil y el por qué resistimos el ser separados de los demás. Nunca fue destinado ser de esta manera. Al que no lo entendamos, muchos de nosotros que nos conectamos por los medios sociales (o de cualquier otra forma que podemos en este tiempo) también estamos buscando satisfacer un vacío creado en el Edén que solamente es exacerbada por esta pandemia.

¿Entonces, qué podemos hacer? ¿Podrá esta necesidad por conexiones profundas y significantes ser cumplida? En este lado del cielo, no completamente. Más, sin embargo, Dios nos ha dado muchas formas de conectarnos de manera más profunda con Él y las noticias buenas son que ningunos de ellos están fuera de los límites en la cuarentena y el aislamiento:

Oración y Meditación: Con menos tiempo pasado manejando y viajando al que trabajamos desde el hogar, hay una oportunidad de pasar más tiempo en la oración y la meditación. En la ocupación de nuestras vidas, solemos tener falta de tiempo para solamente sentarnos y estar quietos y verdaderamente meditar en lo que Él nos está diciendo. Como Samuel encontró cuando era niño al ser despertado por una voz en la noche, es en el silencio que Dios nos habla más claramente y directamente.

Su Palabra Viviente: Otra manera grandiosa para conectarse con Dios es por medio de la Biblia. Juan 1:1 nos recuerda que “el verbo era Dios”. Al que leemos y meditamos, escuchamos su voz en las palabras en la página y nos convertimos más familiarizados con El. Comprométete en pasar 30 minutos cada día buscándole a Él por medio de las escrituras (hay muchas guías excelentes para asistir) y podrás ver que tu relación con El cambiará dramáticamente.

Ayunar: ¿Con la presión en nuestras tiendas de mandado, muchos cierres de restaurantes, y restricciones en la socialización, que mejor tiempo para practicar una de las mayores disciplinas espirituales? Al que cortamos de nuestras vidas la distracción excesiva temporalmente, podemos experimentar una conexión más enfocada con nuestro Padre Celestial y una hambre mayor por El. Un gran recurso de los principios detrás de, y los beneficios de esta disciplina es el libro de Jentezen Franklin, Fasting.

Caminar en la Creación: Si quieres conectarte físicamente con tu creador, pasa tiempo en su creación. Aquí estamos en el principio de la primavera con el canto de los pájaros, el florecer de los árboles y las flores, y señales de nueva vida quebrando el suelo alrededor de nosotros. Con los gimnasios cerrados, podemos mantenernos activos afuera con respirar estimulantemente el aire calientito y experimentar la belleza de todo lo que Él ha hecho. Alrededor de nosotros hay señales de esperanza y nuevos comienzos lo cual puede traer ánimo en tiempos desafiantes.

Enfócate en las Bendiciones: El enfocarnos en la bondad de Dios y el cultivar un espíritu agradecido pueden, como muchos psicólogos aconsejan, ser una manera efectiva de construir resiliencia en tiempos oscuros: Cuando los demás están sufriendo, es un recordatorio de traer a nuestros seres queridos más cercas y agradecerle a Dios por cada día juntos; al que muchos a nuestro alrededor batallan con empleos e ingresos perdidos, podremos probablemente apreciar más mejor todo lo que se nos ha sido dado y tal vez usar un poco de aquello para servir a otros en su tiempo de necesidad.

Finalmente, 1 Corintios 16:23 (NVI) nos recuerda que “La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros.” ¿Qué lugar mejor para encontrar descanso, confort, y esperanza en tiempos como estos que en sus brazos?