Conociendo los ‘Siguientes Pasos Correctos’ con la Enfermedad Mental

Comunidad de 4word, estamos agradecidos de poder venir a ti cada semana con contenido que es servicial al que navegas los logros y los desafíos en tu vida. ¡Al que continuamos a quedarnos informados de el impacto de COVID-19, queremos que sepas que estamos orando por ti al que navegas cada día! Estamos agradecidos durante este tiempo de poder ser un ejército de intercesores orando por el bienestar espiritual y físico de nuestros amigos, nuestras familias, y por nuestro mundo. Si tienes solicitudes específicas de oración, por favor mándalos a Irrayna al que ella consolida las solicitudes de oración para nuestra mesa directiva y nuestro personal para que oren sobre ellas cada semana. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” Josué 1:9


Mayo es el “Mes de la Conciencia de la Salud Mental” y queremos una vez más abrir conversaciones sobre las enfermedades mentales y la confusión y las estigmas que le rodean. Una de las partes más difíciles de la jornada de la salud mental cae sobre el cuidador de alguien que está tratando con una enfermedad mental. ¿Como puedes ser el mejor apoyo para un ser querido que está tratando con la enfermedad mental? Tammy McKinney, entrenadora y facilitadora de grupos pequeños Cedar Park para 4word: Austin, abiertamente nos comparte de su jornada como una cuidadora de su hijo en su jornada de salud mental, y por qué el conocer el “siguiente paso correcto” es el mejor acercamiento para ser de apoyo.


¡Cuéntanos un poco acerca de ti!

Creo que las personas más cercanas a mí dirían que soy compasiva, divertida-amorosa, trabajadora, buscadora de alegría, imperfecta, mentecata, amable, perdonadora, desordenada, aventurera, atlética, dedicada, Cristiana, madre de tres niñas y un niño, abuelita de uno, amiga, entrenadora, oradora, empresaria, líder, y absolutamente, un trabajo en progreso.

E sido una manager de mayores compañías grandes y empecé algunos de mis propios negocios. Sirvo en mi iglesia y en mi comunidad y vivo debajo de la gracia maravillosa de Dios cada día. Hace diecisiete años, dejé mi carrera corporativa y me moví a Texas Hill Country, tuve dos hijos más, construí unos cuantos negocios y reelaboré mi vida para encajar con mis prioridades y metas cambiantes. Estoy viviendo mi llamado en la vida al entrenar a las personas a dirigir, sobrellevar la adversidad y seguir adelante para perseguir sus sueños y potencial dado por Dios con esperanza.

No soy una desconocida a algunas de las pruebas más difíciles que la vida nos puede aventar. E pasado mi vida adulta cuidando de la familia y de los amigos que pasan por las batallas de la adición, condiciones de enfermedad mental, y desafíos de salud física. Vulnerablemente viví y entreno de experimentar dolor auténtico, el buscar el crecimiento personal, y el sobrellevar los desafíos al que logró gran éxito en muchas áreas de la vida y los negocios. ¡E aprendido que, con la fe y la administración, podemos experimentar dolor y alegría en la jornada de el cumplimento y éxito diario!

Me encantaría compartir ánimo y sabiduría contigo. Puedes perseguir a Unlocking Your Best Life por medio los medios sociales o revisar www.UnlockingYourBestLife.com

¿Como una cuidadora de alguien que está tratando con la enfermedad mental, como se ha visto tu jornada?

Uno de cinco Americanos batalla con la enfermedad mental y cada familia es afectada a un nivel. Mi familia es afectada.

Mi hijo es súper inteligente, muy carismático, consciente de sí mismo, empático, y valiente. Hoy, creo que estarías de acuerdo con que es uno de los mejores adolescentes en el planeta. Mi hijo siempre había sido un poco más emocionalmente volátil que mis otros tres hijos. Regularmente “secuestraba” nuestros planes con un berrinche, agresión, o palabras muy dañinas en tiempos inesperados. Ya que era mi cuarto hijo y mi único niño, asumí que iría a crecer fuera de algunos de los comportamientos preocupantes.

Empezamos terapia general cuando tenía 9 años para ayudarle a él (y a mi) a trabajar con algunos de sus comportamientos inaceptables y para encontrar algunas herramientas para sus berrinches. Yo misma he estado en terapia de vez en cuando durante años para trabajar con problemas relacionales y mi propio deseo de estar lo más saludables mentalmente. Soy una creyente firme en la terapia por decir lo menos pero puede ser MUY difícil para encontrar a uno que sea el correcto ajuste. No encontramos a un terapista que era el mejor ajuste para mi hijo hasta después de nuestra primer crisis, pero ambos aprendimos mucho durante la temprana jornada.

Mi hijo vino a mí una tarde en el 2017, a los 12 años, y me dijo que no podía parar de pensar en matarse. Decía que necesitaba ayuda sería inmediatamente. Estaba conmocionada y asustada por decir lo menos. Hice lo mejor para asesorar la seriedad de lo que él estaba tratando de comunicar. Ore por sabiduría. Me allegué a él terapista que teníamos para decidir el primer paso. Tome un riesgo y busque a alguien que tenía un hijo que había sido hospitalizado. Me sentía lo suficientemente segura en sus respuestas de tomar el siguiente paso. Estoy eternamente agradecida por la protección de Dios y sus provisiones en el medio de esa primera crisis.

Esa noche empezó los últimos tres años de múltiples especialistas médicos y psiquiatras, ocho hospitalizaciones, cienes de horas de terapia ambulatorio, investigación, y abogar por él. Hay mucho trabajo al navegar los seguros, manejar las cuentas, cambiar entornos académicos, reparar daño físico, y hacer nuestro hogar lo más seguro posible. Esto, por supuesto, era en adición del manejar la vida diaria y el trabajo, manejar con cada “episodio” y de tratar de apoyar a los demás de mis hijos a través de los efectos en ellos. Inmediatamente fue más que un trabajo de tiempo completo el navegar cada mejor siguiente paso, para mi hijo y para todos nosotros.

No hay soluciones rápidas para tratar las batallas de la salud mental. No hay una fórmula para que plan de tratamiento apoyara a una persona particular de la mejor manera. Es investigación, el abogar, y la prueba y el error con los medicamentos, terapias de comportamiento, especialistas, factores médicos y dinámicas diarias.

La meta diaria, y a veces de cada hora, ha sido constantemente movernos de cómo mantener a mi hijo vivo a entender que es lo que necesita para funcionar mejor en el mundo.

Después de que navegamos la crisis inicial, pusimos los siguientes pasos en su lugar para el apoyo continuo. Dios ha continuado a revelar de manera graciosa y lentamente las batallas subyacentes, historial familiar de enfermedad mental, una condición médica autoinmune que ataca a su cerebro, y los recursos para navegar su jornada de toda la vida para nuestro siguiente nuevo normal.

Hoy, diría que estamos en un lugar bueno. Mi hijo es el adolescente más auto consciente que conozco. Trabaja duro para auto manejar las cosas que trabajan para él para mantenerse en el camino con sus propias metas y paz. Tiene un corazón por ayudar a los demás en sus batallas al mantener sus propios límites. No tenemos una promesa de estabilidad a largo plazo. No hay manera de cómo saber cómo progresará una enfermedad mental o física. Las lecciones a través del camino son muy difíciles y sin precio. Valoramos cada día “bueno” y tenemos la oportunidad de animar a los demás regularmente. Nuestra esperanza por el futuro es brillante y estamos confiando en el Señor por cada siguiente paso correcto.

¿Cuáles emociones has tenido que trabajar con el ser una cuidadora?

Independientemente del diagnóstico, los síntomas presentados con las condiciones de salud mental causan desafíos serios para el individuo y para cualquier que cuida de él. Como la mamá y la cuidadora primaria, sólo podrás imaginarte todas las emociones que surgieron en esta jornada.

El primer “episodio” vino con mucho pánico, miedo, e incredulidad sobre lo que estaba sucediendo. ¡Literalmente deje a mi hijo de 12 años en un hospital mental en el medio de la noche con alguien que apenas hablaba el inglés y con un doctor que hacía una consulta de tres minutos en un iPad! Tenía que confiar en una comunicación muy limitada y esporádica del primer hospital. Fue muy aterrador, caótico y confuso. Estaba crudamente muy abrumada al tratar de averiguar cómo ayudar a mi hijo y a mi familia. La crisis no fue anticipada. No hubo tiempo para prepararnos para él. No tenía experiencia previa y fuentes claras acerca de cada de los siguientes pasos. Solo sabía que no importaba lo que pasará, con la gracia de Dios, era MI responsabilidad de averiguar cómo navegar esto para mi hijo y el resto de mis hijos. Si yo no era la defensora número uno en esta jornada, nadie lo iría a ser. No iría a dejar que mi hijo se rindiera en sí mismo y en su jornada para sanar.

Experimente enojo y frustración con casi cada “episodio” en el principio, especialmente antes de la primera hospitalización. No podía evitar preguntarme si mi hijo tenía control sobre los comportamientos negativos y palabras o si solamente lo estaba haciendo a propósito para obtener un resultado deseado. A menudo resentía tener que redirigir todas nuestras actividades porque estaba teniendo un “berrinche” o se estaba portando mal. Un terapista nos dijo que esto se llama “secuestró”. Odiaba este término, pero era preciso.

Cada madre se pregunta si está siendo el mejor padre para cada uno de sus hijos. De que si la manera en que reaccionaba yo a los comportamientos negativos hacia la situación peor a veces. El sentimiento continuo de duda personal y culpabilidad son definitivamente una parte de navegar por la jornada de salud mental. No podía dejar de preguntarme que si los comportamientos, y eventualmente la enfermedad, son mi culpa de una manera. Tenía muchos pensamientos acerca de lo que me había perdido tempranamente en su vida que podría haberle ayudado a navegar mejor. Continuamente cuestiono si estamos tratando el médicamente correcto y los efectos posibles de corto o largo plazo en su salud y en el resto de nuestras vidas.

Tal vez estuve negando la seriedad de lo que estaba justo enfrente de mis ojos por años. Al que nuestra jornada continuaba de una jornada de crisis a la siguiente, me daba cuenta que la situación era más seria de lo que yo quería creer. El dolor es una gran parte de la jornada. Con cada retraso, me afligía por los planes y el futuro de mi hijo. La tristeza era real y muy abrumadora en días.

El ser el cuidador durante una jornada de salud mental es muy solitario. Estaba tratando de entender, navegar, y abogar lo mejor que podía. Trataba de explicar lo que estaba sucediendo a las escuelas familia, y amigos que sentía que debían saber. Todos responden de manera diferente a el trauma. Estaban confundidos y temerosos e ineducados, por la mayor parte, acerca de la jornada de la enfermedad mental. En verdad no sabían cómo apoyarnos o cuidar de nosotros. ¿No sabía lo que necesitábamos la mayoría del tiempo, como lo podrían haber sabido ellos? La conmoción y el temor dirigía a las personas a actuar de maneras inesperadas y a veces, de maneras que no ayudaban. Los comentarios y consejos de parte de personas significativas usualmente terminaban sintiéndose como juicio negativo de mi hijo y de la forma en que lo criaba. La mayoría del tiempo era más fácil evadir las conversaciones y no tratar de explicar. El aislamiento se convirtió en un mecanismo para salir adelante.

Las cosas más críticas para que aprendiera en mi jornada como una cuidadora ha sido como manejar mis emociones, tener empatía verdadera, ganar entendimiento, y defender. Primero, tuve que entender cómo era que mi hijo estaba experimentando su vida. Tuvimos que aprender a cómo comunicar lo que ambos estábamos aprendiendo. Aprendimos a cómo colaborar para resolver los problemas y determinar cómo funcionar eficientemente en el mundo diariamente.

Tengo el mayor respeto por mi hijo. ¡Cada quedada en el hospital, cada situación en la escuela, cada sesión de terapia, cada reconexión con amigos, cada momento de sobrellevar pensamientos negativos, y hacer decisiones positivas es valiente! La cantidad de valor que ha debido tener para caminar valientemente en sus batallas para encontrar ayuda y sanidad no cae corto del heroísmo. Estoy muy orgullosa de ser su madre.

¿Qué apoyo tienes actualmente? ¿Deseas haber tenido ese apoyo más temprano?

Cuando estábamos en crisis y en desafíos continuos, era difícil el saber que compartir con las personas. No hacía publicaciones en los medios sociales para la oración o el apoyo o actualizaciones acerca de la crisis o batallas continuas. Definitivamente no quería atraer la atención a los desafíos, dificultades, o comportamientos extremos o los diagnósticos más recientes de mi hijo. Estaba tratando de averiguar lo que estaba sucediendo yo misma y verdaderamente no quería miles de preguntas o a personas que me juzgaran a mí y a mis hijos.

En esta jornada gradualmente aprendí a identificar las cosas que podrían ser de ayuda para mí y mi familia. Pedí por ayuda específica cuando la podía identificar. De manera rápida aprendí que no tenía que explicarle todo a todos; solamente podía aceptar la ayuda en donde fuese que la podía obtener. Trato de ser específica acerca de lo que es de ayuda. Permito que las personas en las cuales confío nos amen y oren por nosotros.

Tenemos un equipo de profesionales ahora. Después de muchas consultaciones inefectivas, ahora sabemos cuáles doctores pueden apoyar específicos desafíos físicos y mentales. Tengo a un terapista maravilloso que me apoya. Ambos de mis adolescentes tienen terapistas a los cuales ven regularmente. Cada uno de nosotros tenemos un lugar seguro para caminar a través de nuestros desafíos. La terapia no es talla única. Es difícil encontrar un terapista confiable que apoyará lo que cada persona más necesita. Requiere de tiempo, energía, y dinero para proveer esto para todos nosotros. Más, sin embargo, me quita la carga poco realista de tratar de “solucionar” todo.

Me rodeo de personas que tienen cuidado del crecimiento personal y las acciones positivas. Me mantengo conectada a mi salvador y a las promesas de Dios. Es crítico el mantenerse en una mentalidad productiva y el no hacer campo para la desesperación.

NAMI.org es un recurso grandioso para la información más al corriente sobre el diagnosis de la salud mental, opciones para el tratamiento, apoyo disponible, y recursos en la comunidad. Ofrecen entrenamiento gratuito y apoyo continuo para las familias que son afectadas por la enfermedad mental. Gane conocimiento que necesitaba y apoyo cuando atendí a sus clases y leí sus materiales en línea. Hasta fui una portavoz voluntaria para NAMI. La defensa y la conciencia es una parte muy beneficial de mi sanidad ahora.

Habría sido genial tener un mapa y haber tenido todos estos recursos en lugar más tempranamente. Solamente tuve que confiar que Dios revelaría lo que necesitábamos en su tiempo para cada siguiente paso correcto.

¿Qué consejos le darías a alguien que está empezando a ser el cuidador primario o el cual ha sido uno por años pero está batallando?

Solamente toma el siguiente paso correcto, ora sin cesar, y cree en lo siguiente:

Empieza con aceptar: El darte cuenta de que estás tratando con una condición de salud mental es algo difícil de aceptar. Lo más temprano que estés totalmente presente en lo que es y no es, podrás navegar la jornada más mejor.

Conoce qué hay esperanza: Condiciones de la salud mental son tratables con psicoterapia, medicamentos, y apoyo. La vida podrá verse diferente de lo que esperabas, pero el convertirte bien y tener una vida abundante es posible para las personas con condiciones de salud mental y para las personas que cuidan de ellos.

Tu eres el experto acerca de tu ser querido: Has tus diligencias. Hay suficientes datos, conocimiento, y opiniones sobre la enfermedad mental. Investiga, haz preguntas, aboga, ora, y confía en tus entrañas acerca del siguiente paso correcto.

No necesitas saberlo todo: Es fácil el convertiré abrumada al tratar de alinear todos los tratamientos y planes mejores. Encuentra la información que necesitas cuando la necesites, para el siguiente paso correcto.

No puedes saber lo que nadie te ha dicho: Al que aprendes y progresas en la jornada, date mucha gracia. Podrás ser tentada de golpearte a ti misma por no saber o no haber hecho algo más tempranamente. Busca de Dios y confía que Él está revelando lo que necesitas saber en su tiempo, para el siguiente paso correcto.

La enfermedad mental no es tu culpa: Al que pasas por el proceso de buscar ayuda para tus seres queridos, inevitablemente te sentirás que eres de alguna manera el culpable. Recuerda que la mayoría de las personas no tienen educación sobre la enfermedad mental y sus opiniones pueden ser dañinas. Si es una condición biológica, al igual a otras enfermedades físicas. No permitas que las malas interpretaciones de alguien más te hagan sentir culpa.

¿De qué maneras podría alguien ser de mayor apoyo para un cuidador de alguien con una enfermedad mental?

Empatía: Solamente escucha a lo que quieren compartir y conéctate a la emoción, aun si no puedes relacionarte o entender los detalles. Abstente de los consejos o las opiniones al menos que te lo pidan.

Alivio: Edúcate en los recursos que están disponibles en tu área y comparte sin esperar nada.

Recursos: Edúcate acerca de los recursos que están disponibles en su área y comparte sin esperar nada.

Auto cuidado: Recuérdales sin juzgar que descansen y coman y que cuiden de sí mismos para ser lo mejor para la persona a la cual están cuidando.

Ayuda: En donde puedas con los quehaceres diarios, alimentos, y cuidado de niños, etc.

Regístrate: El cuidador suele estar batallando con tanto y solamente necesita ser recordada de que alguien tiene cuidado de ellos, también.

Ora: Ora por la sabiduría y la provisión y la sanidad. Llámales o mándales un mensaje frecuentemente para preguntar si hay una solicitud de oración específica.

¿Algo más que quisieras compartir?

Mis tres hijas y yo hemos estado en nuestras propias jornadas para reconocer nuestras propias batallas de salud mental. Mucha de la conciencia, aceptación, y el obtener apoyo a venido por la jornada de mi hijo los últimos años. El ignorar condiciones de salud mental tiene consecuencias a largo plazo negativas y a veces fatales. Doy gloria a Dios por su fidelidad en revelar nuestras necesidades y recursos.

Tenemos que asumir que todos los que conocemos están batallando o están cuidando de alguien que está batallando por encontrar paz y estabilidad en sus vidas. Aún hay mucho estigma alrededor de reconocer y obtener el apoyo correcto para la enfermedad mental. Podemos ser la diferencia al ser más conscientes, hacer las conversaciones más normales, apoyando, y ofreciendo esperanza a aquellos que son afectados por las condiciones de salud mental.

Este verso nos da a todos instrucciones como creyentes de caminar por las pruebas. No es una instrucción fácil, pero funciona más que cualquier estrategia o recurso para encontrar la paz al que caminamos por las pruebas, en este lado del cielo:

“Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”

FILIPENSES 4:4-7 NVI