El Descanso se trata del Ritmo
El mes pasado, compartí con nuestros leyentes de 4word como manteniendo simple nuestro caminar con Dios puede ayudarnos acercarnos más a Él. Muy cercano a la simplicidad es el descanso, no es algo que solo necesitamos cuando nos cansamos, es un mandamiento bíblico dado por Dios.
“Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo…. Acuérdate del sábado, para consagrarlo…. Acuérdate de que en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el Señor bendijo y consagró el día de reposo.” (Éxodo 20:1,8,11)
Pero el descanso no nos resulta fácil, ¿verdad? Como mujeres cristianas en el lugar de trabajo, usamos muchos sombreros cuando hacemos malabares con las responsabilidades en el trabajo, en el hogar, en la iglesia y en nuestras comunidades. La idea del ‘cuidado-propio’, aunque sea tomar unos minutos al día para si mismo, parece un lujo que no nos podemos permitir.
Pero Dios no nos ordenaría que descansáramos si no lo decía en serio. Dios sabía que tendríamos que descansar de nuestro trabajo, y Él fue tan lejos como dar un ejemplo de descanso de su propio trabajo al descansar de la creación. ¡Somos bendecidos de tener un Dios que se preocupa lo suficiente como para prever nuestra tendencia a trabajar demasiado y crear una forma de descansar y recuperarse!
Irónicamente, a veces nos sentimos demasiado cansados para descansar. No deberíamos descansar sintiéndonos culpables; el descanso es una oportunidad de obedecer los mandamientos de Dios y de confiar en Él. Aquí hay tres formas prácticas de hacer un compromiso para descansar:
Entrar en la Palabra de Dios todos los días. Puede sonar como un disco rayado, pero esta es la clave número uno para darse un descanso de calidad que restaura y refresca. Entrar en la Palabra de Dios me recuerda que Él tiene el control, no yo. Me ha dado talentos y me ha llamado para usarlos para servir, pero no puedo hacer eso sin Su fuerza.
Duerme bien por la noche. Así como Dios nos ordenó descansar de nuestro trabajo, Él nos creó con la necesidad de dormir para restaurar nuestras mentes y corazones después de un largo día. Aunque todo el mundo tiene diferentes necesidades de dormir, teniendo por lo menos 7 horas cada noche no es negociable para mí. Sin dormir, nos sentimos fácilmente influenciados por nuestras emociones y nuestra forma de tomar decisiones sufre. Todos queremos ser buenos compañeros de trabajo, esposas, madres, jefas y amigas, y eso no es posible si no dormimos. Apague el televisor, apague el teléfono y haga que la calidad de dormir sea una prioridad.
Crea ritmos regulares de descanso. Al igual que Dios le ordenó a su pueblo descansar de su trabajo en el séptimo día, nuestros cuerpos, corazones y mentes anhelan momentos de descanso regulares. Cubrimos los ritmos diarios del tiempo con Dios y el buen dormir, pero también le doy prioridad a programar tiempos de descanso semanales, mensuales y anuales. Esto se semeja a cenas semanales con familiares o amigos cercanos, un fin de semana cada mes con mi esposo que viaja con frecuencia por el trabajo, y una escapada anual en la que realmente me aparto del trabajo y de las responsabilidades del hogar durante una semana o más. Aunque estos ritmos regulares se verán diferentes según la temporada de tu vida, descubrir cómo puedes construir un descanso regular en tu horario te hará responsable.
Cuando sienta que descansar es solo una cosa más en una larga lista de quehaceres, recuerde que Dios creó el descanso para recordarnos el valioso privilegio de ser hecho a Su imagen. Es la invitación bella de Dios para disfrutar de la intimidad con Él y deleitarse en Su creación.
Nuestro descanso físico abre el camino para nuestro descanso espiritual, una necesidad que todos tenemos. Nuestra fe en Cristo nos permite dejar nuestras cargas diarias y ponerlas sobre Sus hombros. Nuestras fuerzas son limitadas, pero Su fuerza no tiene límites.
“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.” (Mateo 11:28-30)
Pídale a Dios que le dé la confianza para descansar verdaderamente, y vea cómo transforma su vida de adentro hacia afuera.
Sign up to receive our Monday Morning emails and get blogs like this delivered right to your inbox!