Como Ayudar a Cualquier Persona en Aflicción
Cuando la líder de 4word de San Antonio Christi Griggs perdió a su padre inesperadamente, aprendió rápidamente que la manera en la cual ella había ayudado a los demás pasar un momento de aflicción talvez no había sido tan servicial como ella pensaba. Lee sus consejos acerca de cómo consolar a otros en tiempos de aflicción.
A sido un mes desde de que perdí a mi padre. Era una pérdida inesperada y una pérdida por la cual no podríamos avernos preparado. De muy buena salud y de mente sana para una persona de 79-ańos con mucha vida que le restaba, todos estábamos sin sospechar. Aún ganaba careras en la cuales competía, una de las cual fue hace solo el fin de semana de Día de los Padres.
Me fui de la casa de mis padres el lunes, 19 de Agosto, después de tomar un usual cafe de el lunes en la mañana, lo cual era un ritual que empezamos aproximadamente hace dos años. Ya ven, mis padres vivían tan solo a la vuelta pero aunque heramos tan cercanos de distancia, raramente nos veíamos. Enfocados en nuestros hijos, trabajos, proyectos, etc., yo y mi familia raramente nos encontramos en casa antes de las 8:00 o 9:00 de la tarde. Personas que no solían atender a todos los eventos de nińos, de vidas moderadamente privadas, estudiosos y gente no entrometida, mis padres no venían a la casa sin solicitud excepto para dejar que nuestros peros se tocaran sus narices en un pase amistoso mientras caminaban con su “nuevo” nińo en la familia, Bailey, su Yorkie.
Ese lunes en la mañana, miré mi reloj y me di cuenta de que mi día de trabajo tenía que empezar con mi primer llamada de conferencia. Detuve a mi papá en medio de una de sus historias en las cuales contaba viejos recuerdos de su niñez, le di un abrazo para despedirme de él mientras todavía estaba sentado, y salí caminando con mi mamá mientras nos reíamos un poco de el hábito de mi papá de no comprometerse en una conversación hasta que alguien esté al borde de tener que salir corriendo afuera de la puerta. Al tomar mi primer paso fuera de la puerta, el dijo, “Ahora, no se te olvide”, lo cual era su forma de decirnos que nos amaba. Ese fue lo ultimo que vi y escuché de el. Se fue de viaje a visitar a uno de sus amigos esa semana y el viernes, 23 de Agosto, mientras estaba sentada en un juego de fútbol americano de mi hijo, recibí la primera llamada dirigida a la pérdida quebrantante de mi Padre.
El tema de este mes es la aflicción. Quiero escribir específicamente de la aflicción por la causa de la pérdida de un(a) padre/madre. Aunque estoy en la infancia de este proceso, unas cuántas cosas resaltan a través de los eventos y emociones de el último mes. No estoy segura que pueda decirte como lidiar con esto todavía porque ese proceso apenas a comenzado para mi. La perspectiva que quiero tomar es aquella de cómo ayudar a alguien más que esté experimentando este tipo de aflicción.
No quiero dejar de doler inmediatamente, porque eso significa que la situación es mas fácil y así de temprano, no quiero que sea más fácil. Solamente extraño a mi papá y lo quiero devuelta. Todavía estoy solamente en la “Etapa 1” de mi aflicción, por causa de el apoyo que e recibido, soy convicta por no haber ayudado a otros en aflicción en el pasado. Habiendo pasado por lo que e pasado, se que me allegaré a consolar a otros de manera muy diferente de hoy en adelante.
La verdad no tengo ningunos “que no hacer” pero si tengo los “que hacer” para compartir contigo. El amor y el apoyo que hemos recibido y aún estamos recibiendo es muy edificante y de consuelo de manera que podemos ser consolados en esta etapa. Si quieres ser de consuela a alguien en tu vida, aquí esta lo que yo te sugiriera hacer:
- Haz la llamada. Suelo enfocarme en lo cual devastador pueda ser la pérdida de alguien y pienso qué tal vez no quieran escuchar de mi porque tiene preocupaciones mas grandes. INCORRECTO. Haz la llamada. Cada llamada recibida significó el mundo para nosotros. La llamada de un amigo de toda la vida, de un vecino, de la camarera de el restaurante de la comunidad, o de un amigo de preparatoria al cual su vida fue impactado por una palabra o un acto de mi padre. Cada una llamada fue apreciada.
- Manda el mensaje de texto, publicación de Facebook, comentario, etc. Los primeros días son agotados con las tareas sin fin de llamadas de teléfono notificando a las personas, reuniendo fotos, tratando de compartir la esencia de la persona que perdiste al honrarlo de la mejor manera que puedas, planeando el servicio (servicios en nuestro caso), y tratar de acomodar los pedazos de los detalles de la pérdida que acabas de sufrir. A pesar de que la habilidad de reconocer a todos aquellos que mandaron mensajes no es inmediato, la habilidad de leer que alguien sabe tu dolor, compartió una memoria y ofrece su apoyo verdaderamente nos edificó durante el proceso. CADA UNO DE ELLOS.
- Manda la tarjeta o flores. Aún estoy recibiendo tarjetas y flores. Nunca es demasiado tarde para mandar tus pensamientos de condolencias. No dire que el pensamiento hoy es más significativo que el pensamiento el día después pero cuando las cosas se tranquilizan, el mundo vuelve a sus negocios normales como rutina usual, y tienes este vacío que tendrás por el resto de tu vida, es comfortable el saber que alguien aún reconoce tu pérdida.
- Pregúntale cómo están. Sea en una reunión social, un evento de negocios, una junta, un lonche, o cual quiera que se el ambiente, no asumas que no quieren hablar de su pérdida o aflicción. La respuesta de tu pregunta podra se corta para no evocar emoción, pero tu reconocimiento de lo que están pasando es muy apreciado.
- Comparte la memoria. Cualquier memoria. A través de el mes pasado, e aprendido muchas cosas de mi padre y su impacto en los demás o de una travesura los cuales sostendré para siempre. Si alguien en la conversación se refiere a una memoria, escucha. Es significativo para ellos el compartirlo.
Me gustaría dejarte con dos versículos que han significado demasiado para mi durante el mes pasado.
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.”
SALMOS 34:18
“El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas.”
SALMOS 147:3