Es Amable El Ser Claro Sobre Las Expectativas

El conflicto puede tomar muchas formas en nuestras vidas. Nos lo topamos en el trabajo y en nuestras vidas personales, entonces es verdaderamente fútil el tratar de evitarlo y voltear al otro lado cuando vemos que se aproxima. Heidi Rasmussen, cofundadora y COO de freshbenies y miembra de la mesa directiva de 4word, discute sobre porque muchos de los conflictos ocurren por una falta de comunicación de las expectativas.


¿Cuándo te diste cuenta por primera vez de la importancia de tratar con el conflicto en tu carrera?

Era una joven asistente de mánager en JCPenney y mi manager tenía cáncer terminal, entonces estaba supervisando a todo y a todos. En mi pasado, si un empleado no estaba haciendo su trabajo, solamente lo hacía yo por ellos. Eso era fácil, era capaz y lo podía hacer.

Durante este tiempo en mi carrera, no había suficiente de “mi” para ir alrededor, entonces me vi forzada a tener esos difícil, sinceras conversaciones con las personas. Fue en ese momento que me di cuenta de la importancia a lo que ahora le llamo “valor empresarial”. Es más fácil el tomar un papel de ‘arreglar’ y/o no decir nada a alguien que no está actuando a la expectativa. Era más difícil y toma más valor el decirle a alguien que no están satisfaciendo las expectativas y necesitan mejorar su rendimiento.

Tan pronto que me di cuenta de esto empecé a dominar los principios alrededor del conflicto, hizo una gran diferencia en mi carrera y me dio más paz en mi vida.

¿Son las mujeres mejores o peores que los hombres en tratar con los conflictos?

Creo que esto tiene que ver con cómo de criaron y todos tienen diferentes experiencias de niñez. Algunos son criados alrededor del conflicto saludable y otros no. En general, a muchas niñas se les dice que “sean amables”, serviciales, y “no mover el bote” — y que es importante el ser gustado y ser alguien que pueda ser gustado. Esto no es necesariamente igual para los niños.

En el final, es un problema sin género porque nadie es naturalmente bueno en el conflicto. Es una habilidad que aprendemos con el tiempo — verdaderamente entrenamiento-en-el-trabajo.

¿Como una cristiana, cuáles deberían de ser tus primeros pasos cuando te enfrentas con un conflicto?

¡Primero ora! Si hay una conversación de trabajo dificultosa en tu futuro o si se están encendiendo lo temperamentos en tu familia — sea lo que sea, la oración es el primer paso. Pídele a el Señor que el dirija tus palabras, tus pensamientos, y tus acciones, y que te recuerde de su gran mandamiento de amar a esa otra persona (o personas) como a ti mismo.

Pablo le escribió a Timoteo sobre el compartir las buenas nuevas: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” Usemos los mismos atributos en situaciones de conflicto: orar por audacia (no cobardía), por poder sobre tus emociones y la situación, por dominio propio en la conversación y al final, un gran amor por aquellos de los cuales estás en conflicto.

¡Segundo, planea! Cuando tratamos con una situación de conflicto, oigo a muchas personas decir “Yo solamente voy con mi instinto.” Esa es una receta para el desastre. Después de orar, yo animaría a quien sea a qué se sienten y planeen por cinco minutos. Te podrás sorprender de que tan largos son cinco minutos y que valioso es. Piensa en cómo quieres que fluya la conversación, las palabras que quieres usar, y el resultado que esperas. Esos cinco minutos harán una GRAN diferencia en el resultado final.

¿Si eres aventado repentinamente a un conflicto, cuales son unas cosas que te deberías entrenar para hacer para asegurar un resultado bueno?

¿Alguna otra cosa que quieras compartir?

Puedes evadir muchos conflictos – o hacer el conflicto que no se puede evadir más fácil – por claramente establecer expectativas desde el principio. Solía esperarme demasiado tiempo para tener conversaciones sinceras o confrontar a las personas de su falta de rendimiento. En mi cabeza, iba a ser una situación REALMENTE grande. ¿Por qué? Porque no le había dicho a esa persona mis expectativas en la delantera — y ahora les tenía que decir que no estaban destacándose bien.

En su libro, Dare to Lead, Brene Brown dice, “Claro es amable. La falta de claridad es cruel.” Aquí está un ejemplo de la vida real:

Escena 1: Contratas a alguien y ocho meses después, te das cuenta que no son un buen ajuste, no están destacándose bien, y los tienes que despedir. Eso no va a ser una conversión divertida.

Escena 2: Contratas a alguien y revisas tus expectativas. Les dices que vas a revisar su rendimiento contra tus expectativas en 90 días. En esta situación, tienes un plan que ha sido compartido con la otra persona, entonces la conversación es mucho más fácil — y esperada.

Cómo cristianos, somos llamados a ser amables. Es amable el ser claros sobre las expectativas y el tener conversaciones sinceras con las personas que no las están cumpliendo.

Finalmente, recuerda que todo lo que hacemos es testigo de Cristo. Si manejamos el conflicto bien — con profesionalismo, humor, confianza, dominio propio, gracia y amor — es un honor para el Señor.


Después de 27 años en la industria minorista, Heidi Rasmussen tomó un nuevo desafío. De la vida de corporación a el emprendimiento. De la moda a la industria de los beneficios de empleados.

A los 15 años, Heidi empezó en JCPenney donde se fue de una asociada de piso de ventas a Vicepresidenta divisional en la oficina corporativa. Como una manager, fue promovida 14 veces, recibió múltiples galardones y dirigió el más grande lanzamiento de marca en la historia de JCPenney.

Como cofundadora y COO de freshbenies, desarrollo la marca de cero a uno de los Inc. 5000 compañías con crecimiento más rápido en América por cuatro años consecutivos.