Las Mentiras Tóxicas que Nos Detienen de Avanzar en Nuestras Carreras

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Las mujeres son constantemente sujetas a las expectaciones conflictivas. Se segura en quién eres, pero no seas muy segura porque luego no serás gustada. Las mujeres deberían de tener un lugar en el lugar de trabajo, pero también deberían ser las cuidadoras primarias para los hijos. Podríamos seguir, pero la línea de fondo es que no es de extrañar que las mujeres batallan con el síndrome de impostor. Patricia Myers, entrenadora ejecutiva de liderazgo y miembra de la mesa directiva de 4word, nos comparte sus batallas con sentirse segura en quien era y lo que las mujeres en el lugar de trabajo pueden hacer para mantener sus propias dudas en la bahía.


¿Todos hemos escuchado del término “síndrome de impostor” pero de dónde vino? ¿Cuáles son las raíces de esta mentalidad?

Este término vino a ser en los 1970s por dos psicólogos que trataban de entender a sus clientes que eran mujeres de más alto logro que tenían fuertes dudas personales. Pero estoy muy segura de que el síndrome de impostor a estado alrededor por siglos, especialmente porque muchas sociedades determinaron los papeles de las mujeres basadas en una necesidad personal, con poco respeto a las capacidades expansivas de las mujeres. Primero, era la procreación y el cuidar del hogar. No era hasta que la necesidad surgió que las personas entendieron que las mujeres podían “traer a la casa el tocino—y también freírlo para sus familias.”

Una vez que las mujeres entraron a el lugar de trabajo, siempre hubo un concepto injusto de una mujer exitosa. Se espera que no solamente seamos estelares, pero también el vernos geniales, tener un IQ excelente e inteligencia emocional, y por supuesto, tener una personalidad encantadora y positiva.

Nadie parecía decirnos que estaba bien el no saber todo y que cada día es una oportunidad para aprender. Y esa perfección es un antídoto débil para la inseguridad.

¿Cuándo has tratado con el síndrome impostor en tu vida?

Habré podido haber empezado sabiendo poco acerca de la mayoría de los trabajos que tuve justo después del colegio. Pero justo después de que tuviera a mi segundo hijo a la edad de 33, fui escogida para un negocio nuevo ambiental en Westinghouse. Sabía que mi patrocinador me nominó, pero también pensaba que el trabajo era demasiado técnico para mis antecedentes. No tenía idea de lo que era un dioxin o benceno.

Tan pronto que empecé mi trabajo, tuve dudas personales que quería desesperadamente dejar el trabajo y regresar a mi trabajo anterior. Fue miserable. También recuerdo preguntándole a un amigo seriamente que si tendría que regresarles mi regalo de felicitaciones—un maletín Coach hermoso. ¡Empecé a creer la mentira de que no tenía razones por las cuales estar en la división de servicios ambientales de una compañía Fortune 50! Era el hijo de póster para el síndrome de impostor.

Admito—que en ese punto en mi carrera—la humildad no era mi fortaleza. Pero pedí por ayuda de manera respetable y entreviste (y tome el lonche con) ingenieros nerd (y sexistas). Caminaba las facilidades todos los días y estudiaba constantemente después de que los niños estuvieran en sus camas. Dentro de algunos meses dolorosos, aprendí a amar el negocio ambiental fascinante y desafiante. Eventualmente me convertí en la directora de marketing.

Con ese trabajo, debería de haber aprendido qué tal vez nunca sabría lo que hacía en un trabajo nuevo, porque después de mi trabajo ambiental, me uní a PNC Financial como vicepresidenta de proyectos de marketing, donde una vez más, no sabía mucho acerca de eso.

En el 1999, yo y mi esposo nos movimos a Saudi Arabia donde nos unimos a el banco más grande de Saudi. Era la jefa de Ladies Prívate Banking—acerca de lo cual no sabía mucho—y tampoco sabía hablar el lenguaje. En el banco, me convertí en la jefa de el desarrollo de liderazgo y la líder de la administración de talento. Regresé a la escuela durante un programa ejecutivo en el fin de semana en INTSEAD, afuera de Paris, y a los 55 años obtuve una licenciatura avanzada y fui certificada en consultación y entrenamiento para el liderazgo de cambio. Admito que, de hecho, casi siempre que me aparecía en un trabajo nuevo, me sentía un poco como una fraude.

¿Como se mira el síndrome de impostor en las diferentes áreas de la vida?

Las mentiras del síndrome de impostor—que no somos lo suficientemente buenos, suficiente inteligentes o capaces de cosas mayores—nos detienen, y nos detenemos para aceptar los desafíos y jugamos de manera segura. Estas mentiras tóxicas se convierten en alambre de espino, deteniéndonos de crecer, explorar, y disfrutar nuestra vida. Entonces, así como en nuestras carreras, las mentiras nos detienen de lo que Dios destino para una vida enriquecedora e impactante. Nos perdemos de amar y ser amados—completa y honestamente.

¿Cómo afecta nuestras vidas espirituales?

Nuestra falta de valor nos anima a huir de nuestro llamado evangelístico, porque nos sentimos que Dios no podría habernos tenido en mente para cualquiera de sus trabajos. Seguramente, ¡si pisáramos dentro de enseñar y al pastoreo de ovejas—sirviéndole a Él en cualquier manera que requiere de que pisemos fuera en un territorio inexplorado—seriamos llamados como fraudes!

¿Entonces, cómo peleamos contra estas mentiras? ¿Como encontramos y nutrimos y atesoramos la verdad?

Primero, tenemos que examinar la evidencia abrumadora de nuestros éxitos y nuestros logros, y después replantear los desafíos y fallas. Enfocarnos en lo que hemos logrado y sobrellevado, y celebrar las bendiciones que Él nos ha dado generosamente.

La verdad es, que, como una hija de Él, somos supremamente dignas.

Y, por supuesto, al buscar la verdad, solamente hay un lugar seguro a recurrir—la palabra. ¿Dónde en la Biblia le vemos a El coronando a él ya perfecto hombre o mujer? ¡Nunca! Una y otra vez, Dios rechaza las inseguridades y dudas personales de su pueblo.

Ester es el perfecto modelo a seguir. Recuerda su comienzo—arreglada únicamente para ser aceptada por las cortes como una virgen bella y deseada. ¿Crees que tenía sentimientos de inseguridad? Ella iría a ser descubierta como una huérfana debajo de su seda y joyas. Y, una vez reina, ya que tuvo una oportunidad a la seguridad, fue confrontada con la decisión de poner esas cosas en riesgo y perder la afección del rey.

Pero la verdad la hizo libre al que Mardoqueo profetiza, “Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino.” Ocupa el desafío de Dios sin una red de seguridad.

Nuestros modelos a seguir abundan, página tras página. Que irónico y acomodador es que Dios no escoge los perfectos que nunca fallan y que no cuestionan sus habilidades. Él nos escoge a cada uno de nosotros, por nombre, para sobrellevar las mentiras para alcanzar nuestro potencial dado por Dios.


Patricia actualmente se especializa en el entrenamiento ejecutivo de liderazgo, la administración de talento, y el ayudar a los grupos manejar el cambio. Su consultación capitaliza en 35 años de experiencia en marketing en los Estados Unidos, administración de proyectos y asuntos corporativos en la telecomunicación, finanza y la fabricación con Westinghouse, GTE/Verizon y PNC Financial. Después trabajó en el medio oeste en bancaria privada, administración de talento y desarrollo de organizaciones como jefa de administración de talento para National Commercial Bank of Saudi Arabia. Actualmente, trabaja exclusivamente para KPMG.

Apasionada profundamente en elevar la eficiencia de las personas, Pat a entrenado y guiado a sienes de líderes mayores y talento joven y clave y a dirigido el entrenamiento de equipos para mejorar las relaciones a través de la realimentación constructiva. Pat ha desarrollado la administración de talento internacional y el proceso de mentor para los negocios que están enfocados en desarrollar y defender su alberca de talento.

Recibió una licenciatura en psicología clínica de organización de French University, INSTEAD, y está certificada en consultación y entrenamiento para el liderazgo de cambio. Antes de trabajar por KPMG, su lista anterior de clientes incluía empresas internacionales como Dow Chemical, Hilton Hotels, Zain Telecommunications, Assa Abloy, Intercontinental Hotels, Proctor & Gamble, Pepsico, CBS, Zale y muchas empresas regionales.

Es una mentora y está en una mesa directiva nacional para 4word.