Aprende a Ver Tu Perfección en el Medio del Desorden
Aún en el medio de todos los cambios y la incertidumbre que está sucediendo a nuestro alrededor ahora, es más probable que aún estás batallando el perfeccionismo de una mañero o otra. ¿Qué es lo que hay en nosotros lo que le da combustible a ser el mejor, o por lo menos ser mejor que aquellos a nuestro alrededor? Rebecca Hawkins, una consultante mayor de procesos de negocios y instructora de yoga certificada, comparte sus pensamientos acerca de cómo podemos escapar la mentira del perfeccionismo y abrazar la idea de Dios de la perfección para nuestras vidas.
¿De dónde crees que la obsesión por la perfección proviene?
Que grandiosa y complicada pregunta. Creo que proviene de muchos lugares—algunos de la cultura, algunos por las situaciones, y algunos espirituales. Empezando con lo espiritual, yo diría que nuestra obsesión con la perfección está atada a la caída y a nuestra naturaleza inherente del pecado y el deseo de ser Dios. Satanás tentó a Adán y a Eva con el ‘Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal’. Hemos sido tentados desde entonces a tomar su lugar en el trono de nuestras vidas. Esta mentira de que podemos ser perfectos— saberlo todo, hacerlo todo —va directo al corazón de nuestras naturalezas pecaminosas. Honestamente no creo que algún día podremos verdaderamente conquistar a ese demonio hasta que estemos en la presencia de Jesús.
Creo que el perfeccionismo entra a nuestras vidas a través de heridas a nuestra identidad, usualmente cuando éramos niños. Usamos el perfeccionismo como una manera de protegernos — pensamos que cosechará la aceptación o nos protegerá del rechazo o del dolor del fracaso. Brene Brown define el perfeccionismo como el ‘escudo de veinte toneladas que cargamos, creyendo que nos protegerá, cuando de hecho es la cosa que nos previene de ser vistos’. Esa definición verdaderamente resuena conmigo. En alguna parte en nuestras vidas, nos enganchamos a la perfección como nuestra solución a estar heridos cuando, de hecho, es lo que nos detiene de la conexión auténtica.
¿Has batallado con querer vivir “la vida perfecta”?
O, por supuesto. Tengo miedo de invitar a las personas a mi casa si está desordenada. Quiero ejecutar mis proyectos en el trabajo a un nivel alto y tener todas las respuestas en una reunión cuando estoy haciendo una presentación. Me golpeo a mí misma por mi peso o mi cabello o mi vestimenta. Estoy secretamente celosa de las mamas que obtienen mucha atención pública de sus hijos en Facebook porque los míos nunca harían eso.
Como lo dije anteriormente, sospecho que el ‘perfeccionismo’ es una espina en todos nuestros lados del cual nunca verdaderamente seremos libres. Lo único que me a ‘sanado’ del perfeccionismo crónico es el simple hecho de que mi vida no ha sido perfecta (por un tiro LARGO), y tuve que venir cara a cara con el hecho de que o decido aceptar mi ‘vida imperfecta’ por lo que es, o vivo con el peso de arrepentimiento y vergüenza. Aquí está un enlace a mi publicación que más o menos cuanta esta historia.
El resultado final es: si, e batallado. Todos batallamos porque tenemos esta ‘idea’ de la perfección que es falsa. La verdad es que nuestras vidas si SON perfectas—tal como Dios las creo que fueran—aún en todo su desorden.
¿Qué papel juega el propósito en la conversación sobre el logro vs. la perfección?
La diferencia entre esforzarse por la excelencia de manera saludable por un sentimiento falso de la perfección inaccesible está arraigada en ambos el propósito y la identidad. Éxodo 9:16 dice, ‘Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra.’ ESE es el propósito por el cual Dios nos creó—nuestro ÚNICO propósito—el ser una muestra de su poder y su nombre. ¿Como hacemos eso? Pablo dice que Dios le dijo, ‘Mi poder se perfecciona en la debilidad’. (2 Cor 12:9) Y Job dice que no hay NINGÚN propósito de Dios que pueda ser frustrada. (Job 42:2)
¿Cuáles son algunas cosas saludables con las cuales podemos reemplazar el perfeccionismo?
La gracia es el mejor lugar de comenzar. Solamente podemos reemplazar el perfeccionismo con en conocimiento que somos amados del más alto Dios. Él nos ve y se deleita en nosotros tal como somos. Hasta que sepamos eso y lo creamos, siempre estaremos atrapados en esforzarnos por encontrar nuestro valor en algún lugar ‘afuera’ en el mundo; en nuestros logros, nuestra apariencia, nuestras cuentas de banco, nuestras posesiones, etc. Uno de mis pasajes favoritos en las escrituras es la oración que Pablo hace en Efesios 3:16-18, que pudiéramos agarrar la expansión del amor de Dios. Su amor es el único poder que verdaderamente nos salve de esforzarnos sin fin.
Como una práctica, creo que podemos reemplazar el perfeccionismo con la compasión propia y con la presencia o la atención plena. Tenemos que refrenar nuestras mentes de aceptar lo que ES en vez de preocuparnos de lo que FUE o lo que PODRÁ SER. Él ahora es todo lo que tenemos—este momento, está persona, está vida, esta historia. Estamos viviendo la realidad que Dios escribió para nosotros. El estar en el momento, aceptar lo que es, y soltar lo que no podemos controlar son disciplinas que pueden ayudarnos lentamente a encontrar paz en la imperfección y la habilidad de celebrar el progreso, aún cuando sabemos que tenemos un LARGO camino!
Rebecca ha vivido en Colorado Springs por 11 años y está actualmente empleado por USAA Federal Savings Bank como una consultante mayor de procesos de negocios para las prácticas de ventas y el servicio. Apoya estrategias de corto y largo plazo para el desarrollo de las habilidades de línea de frente de empleados y el aprendizaje continuo. Es una manager de proyectos certificada, certificada en SAFe Agilist, oradora de Toast Masters Competent y Competent Leader, y tiene un bachillerato de la University of Massachusetts en Inglés y en Francés y una maestría en liderazgo de organizaciones de Colorado Christian University. Tiene una trayectoria de carrera diversa incluyendo el ministerio de jóvenes, múltiples comienzos de negocios, varios papeles de ventas y servicio al cliente, liderazgo y desarrollo de empleados y manejo de proyectos. Rebecca ha servido en la mesa de muchas organizaciones de sin fines de lucro y actualmente es la presidenta de Pikes Peak Association de el desarrollo de talento.
Sus pasiones vocacionales son el desarrollo de empleados, teoría de motivación, y diseño centrado en los humanos. Es una HYI-200 hr instructor certificada de yoga y fundadora de Unforced Rhythms, LLC, un negocio de restauración de yoga la cual su misión es “El crear un espacio sagrado para las mujeres para que abracen sus historias y entren a un descanso.”
A estado casada a su esposo tercero por 9 años y es la mamá imperfecta de 2 hijos mayores, los cuales adoptó como una madre soltera cuando tenían 3 y 7.