¿No hay momentos en los que se siente como si el “pedal de freno en su vida” estuviera totalmente activado? ¿Cuántas veces te has preguntado qué te impide avanzar? No importa lo que haga, no puede pasar al siguiente nivel en su carrera, tu negocio no da una vuelta en U del agujero, a pesar de que constantemente, luchas por encontrar la pareja adecuada a tu dificultad, te despiertas en la mañana no sintiendote mejor que ayer. Estás “atrapado en un momento” (gracias, Bono); y te preguntas: ‘¿No se supone que la vida es mejor que esto?’ 

Dios tiene buenos planes para nuestras vidas; planes para darnos “un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11). Sin embargo, a veces todo lo contrario parece cierto y es tentador culpar a Dios o cuestionar su bondad o exigir/declarar/reivindicar un futuro mejor en una postura de oración confusa y autoritaria que, a mi modo de ver, no es muy efectiva. Después de todo, ¿qué padre amoroso recompensa a un niño que hace una rabieta enorme, incluso cuando está de rodillas? 

Se nos recuerda a lo largo de la Biblia que “Dios es bueno” y que sus promesas siempre son verdaderas. Entonces, cuando no estamos progresando, sugiero que el problema es más probable que este en nosotros que El. Una mejor oración probablemente sería: ‘Oye, Dios. Por favor, ¿podría ayudarme a entender lo que está pasando aquí? ¿Qué me detiene?

Muchas decisiones que tomamos nos detienen. El hombre rico en Mateo 19 se negó a seguir a Jesús ya que primero se le pidió que vendiera todas sus posesiones y diera las ganancias a los pobres. Esto no significa que no puedas seguir a Jesús y disfrutar de una gran riqueza. Sin embargo, si le da más prioridad a ser rico que a obedecer a Jesús, prepárese para perderse muchas de las bendiciones que Él ofrece. Por otro lado, los discípulos optaron por abandonar sus vidas regulares y simplemente estar en la presencia de Jesús sirviendo junto a Él y aprendiendo de Él a lo largo de Su ministerio en la tierra. Aunque ese camino no fue nada fácil, su elección de dejar ir cualquier cosa que se interpusiera entre ellos y estar con Jesús los llevó a llevar vidas extraordinarias, sacrificiales e históricas. #yo también quiero eso

Muy a menudo, no podemos agarrarnos a lo que Dios tiene para nosotros porque necesitamos soltar aquello a lo que nos aferramos desesperadamente. Tómese un momento y reflexione. ¿Qué podría necesitar dejar ir? ¿Tal vez la pérdida no procesada, la decepción y el dolor consumen tanto tu corazón que simplemente no puedes seguir adelante hasta que se resuelva? En el gran éxito de Hollywood de este verano, nos encontramos con Maverick que todavía sufre por su amigo Goose más de 20 años después de arrojar las placas de identificación al Océano Índico. El dolor de Maverick lo hace tomar riesgos locos cuando vuela y esto explica por qué nunca alcanzó su verdadero nivel de liderazgo y reconocimiento. Sí, Maverick es un genio, pero mucho de eso es irealizable. Su viejo amigo Viper le dice sabiamente: “Primero uno muere, tú también mueres. Pero habrá otros. Puedes contarlo. Tienes que dejarlo ir.”

¿Es su primer problema la falta de perdón? Nelson Mandela salió de su inmerecida prisión después de casi 30 años, diciendo: “Mientras salía por la puerta que me conduciría a mi libertad, supe que si no dejaba atrás mi amargura y mi odio, todavía estaría en prisión.” Si no lo hubiera dejado ir, habría vivido una vida mucho menos abundante una vez libre.

¿Quizás necesita admitir que su apego a un puesto, título o paquete de compensación lucrativo le impide dar un paso hacia una nueva carrera o la oportunidad de seguir las pasiones que Dios le ha dado? Como fundador, ¿estás luchando por dejar ir tu increíble creación y disfrutar de las nuevas aventuras a las que Dios te está llamando? ¿Eres incapaz de admitir que cometiste un error, (¿pedir disculpas?) dejarlo ir y seguir adelante? ¿Su pasatiempo favorito le impide pasar suficiente tiempo en la iglesia o en compañerismo con otros? La lista es interminable.

El proceso de dejar ir no es fácil. A menudo (y esto requiere coraje para admitirlo), hemos definido nuestra identidad en torno a aspectos de nuestra vida que son los más difíciles de liberar. Probablemente todos conocemos a alguien que se define por su puesto de trabajo, puesto corporativo o de liderazgo y parece perdido cuando de repente se queda sin él. ¿Cuántos más de nosotros, si somos verdaderamente honestos, permitimos que algún aspecto del viaje de nuestra vida se convierta en una muleta o una excusa para permanecer cómodamente donde estamos en lugar de emprender actividades más desafiantes ordenadas por Dios? Usando un ejemplo de mi propia vida: cuando finalmente me curé milagrosamente del trastorno de estrés postraumático y la depresión en 2021, no hubo más ‘razones’ para no poner en orden mi cuidado personal y pasar al mundo empresarial y al ministerio en lugar de esconderme detrás de la comodidad de un puesto ejecutivo corporativo ‘seguro’. Todavía me estoy sacudiendo el pasado, pero el punto es que sigo adelante todos los días. He sido testiga de tantas mujeres ungidas y dotadas que optan por aparcar la búsqueda del verdadero llamado de su vida para evitar quitarse la máscara de autocompasión o la mentira de que ‘no podía servir a los demás/intentar algo nuevo/ser audaz hasta que… ‘. Es trágico de ver. Si los últimos 2 o 3 años nos han mostrado algo, es que la vida es corta y preciosa, y que no tenemos mucho tiempo para tener un impacto eterno en esta tierra. ¿Entonces, Qué esperas?

Una reflexión final: las cosas difíciles (como dejar ir) siempre se hacen mejor en comunidad. Un sermón reciente sobre el duelo habló sobre el duelo como el momento en que más nos necesitamos unos a otros. El duelo bíblico no se trata de encerrarnos con Ben & Jerry. En cambio, intencionalmente debemos pasar tiempo en comunidad llorando, abrazándonos, recordando, riendo, trabajando para seguir adelante. “Dios bendice a los que lloran, porque ellos recibirán consolación” (Mateo 5:4). La comodidad es difícil de encontrar sola en el fondo de una botella de vino o buscando sin intencion en Netflix. ¡Creeme lo se!

Ese es uno de los muchos aspectos asombrosos de esta comunidad de 4word: disfrutamos de hacer una vida juntas. En estos años he estado conectada con algunas de las mujeres más amables, sabias, generosas y amorosas de mi vida a través de 4word, he tenido el honor de compartir momentos con queridas amigas que han perdido: esposos, hijos, nietos; caminar juntas cuando alguien perdio su empleo, el negocio y el fracaso financiero; enfermedades graves; actos donde vencieron la vergüenza, el dolor, la pena y la pérdida como campeonas, y crecieron en la fe y la comprensión de la bondad de Dios, independientemente de lo que la vida les haya traído. Si puedes usar una familia como esta para ayudarla a encontrar el coraje para dejarlo ir, conectate. ¡Estamos aquí y esperamos conectarnos contigo!

Emma es la fundadora y directora de Swallowtail Group y una ejecutiva comercial mundial conocida por su espíritu emprendedor, estilo de liderazgo fuerte y empático, coraje y habilidad para asumir desafíos complicados. Emma tiene un historial comprobado en transformaciones organizacionales complejas y un talento natural para reunir equipos de creación de alto valor. Además, la pasión de Emma por el diseño organizacional, la psicología y el desarrollo la llevó a ser pionera en iniciativas de desarrollo de liderazgo y tutoría para ejecutivos y gerentes senior a lo largo de su carrera. Emma tiene una reputación creciente como defensora sólida y apasionada de los problemas de salud mental que afectan a la fuerza laboral, especialmente a los niveles de liderazgo ejecutivo.

Emma es muy activa en la comunidad, tanto a nivel nacional como local. Recientemente, Emma fue nombrada miembro de la Junta Asesora del Centro de Contratación Gubernamental de la Universidad George Mason, y se desempeña como líder de pensamiento en asuntos de la industria. Emma es miembro activo de la junta directiva de 4word, una organización nacional sin fines de lucro basada en la fe que apoya a las mujeres en el mercado laboral a crecer con confianza para alcanzar su máximo potencial. Anteriormente, Emma se desempeñó como presidenta de la junta directiva de una organización sin fines de lucro influyente en el norte de Virginia durante seis años y trabajó durante varios años como embajadora de dos organizaciones sin fines de lucro globales que brindan microfinanciamiento para mujeres en países en desarrollo y abordan los problemas de la trata de personas. 

Fuera del trabajo, Emma es una devota esposa y madre de dos niños pequeños y miembro activo de Holy Trinity Church, McLean. Sus pasatiempos incluyen la pasión por viajar, aprender sobre buena comida y vino, música (es una soprano de formación clásica), películas y lectura.

Se parte de la misión de impactar a 10 millones de mujeres para integrar su fe en casa y en el trabajo. 4word es una organización global con redes expansivas que conectan mujeres cada día. Únete a nosotras y se parte de nuestra trayectoria. Para aprender más sobre la Trayectoria 4word, apreta aquí!